Una de las mayores obsesiones del ser humano ha sido la búsqueda de la mítica “FUENTE DE LA  ETERNA JUVENTUD”, símbolo de la inmortalidad, una legendaria fuente que supuestamente CURA y devuelve la juventud a cualesquiera que beba de sus aguas. 

Henri Coanda (1886-1972), rumano, experto en aguas,  científico, premio Nobel, consejero del laboratorio Huyck Research en Connecticut, U S A  y posteriormente presidente de la Academia Rumana de las Ciencias. Sus inicios en las investigaciones sobre el agua fueron, al igual que su vida, algo fuera de lo común. 

Debido a los informes que relataban las avanzadas edades de los Hunzas en los valles del rioHunza al pie de  las montañas del himalaya, viajó para investigarlo por si mismo. Como experto en agua, se alegró cuando descubrió el secreto de la longevidad y de la salud de los pobladores del Hunza: creían que la razón era el agua, del cual bebían en abundancia.

El científico Henri Coanda estaba convencido de que las cualidades del agua de los hunzas que aumentaban la salud y longevidad, deberían ser explicadas e investigadas científicamente. Por lo que inicio estudios en el laboratorio Huyck Research en Connecticut.

“Su conclusión fue, que, efectivamente, el agua de los Hunzas era muy diferente, y tenía propiedades únicas que contribuían a la excelente salud y a la longevidad. 

Reduciendo la temperatura del agua, su estructura cambió a una cristalina muy similar a la formación del copo de nieve. Además, encontraron que es similar a la estructura molecular de la clorofila de la plantas y de la sangre humana. El agua de los Hunzas tenía un “alto pH alcalino” y una cantidad extraordinaria de activos de hidrógeno (hidrógeno con un electrón), con un potencial RE-DOX negativo y un alto contenido mineral coloidal. La llamaron “ Living Wáter.”agua viviente.

Existen muchos estudios realizados por científicos y médicos sobre los beneficios del empleo del agua alcalina hidrogenada comprobando los grandes beneficios para la salud. De hecho los Ministerios de Salud y Bienestar en Japón y en Corea a estos arteractos que producen esta agua lo han catalogado como equipo o artefacto médico.